Un escape todo incluido
Un acercamiento al estilo de vida en el que prima la experiencia, el confort y la libertad. Co-creado por Juan Rojas –foodie, entrepreneur y PR–, cuyo carácter millennial lo ha llevado a estar en constante evolución, en busca de nuevas aventuras y sobretodo, a compartir todo el aprendizaje con guiños de moda. En sí, el espacio en el que el hombre joven encuentra todo lo que necesita saber.
moda, fashion, blogger, juan rojas, juan rojalp, mbfwsj, mercedes benz fashion week san jose, blogger, costa rica, fashion blogger, lifestyle, viajes, san jose, traffic, traffic magazine, traffic museum, tommy hilfiger, express, lacoste, furla, mango man, man, menstyle, look, lookbook, DIY, millennial,
393
post-template-default,single,single-post,postid-393,single-format-gallery,bridge-core-1.0.6,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,footer_responsive_adv,qode-content-sidebar-responsive,qode-theme-ver-18.2,qode-theme-bridge,wpb-js-composer js-comp-ver-6.0.5,vc_responsive

Un escape todo incluido

Hay que admitirlo ¡los todo incluido tienen su encanto! Bueno, al menos el Westin sí. Hace algún tiempo estuve en el renovado Royal Beach Club y la experiencia fue increíble. Desde salir a hacer yoga frente al mar cuando el cielo se tiñe naranja, hasta bailar sin parar en la discoteca, las actividades en este hotel son súper variadas por lo que es imposible aburrirse.

¡Perfecto para ir con familia, amigos o en pareja! Como les comento, yo me hospedé en el Royal Beach Club, una zona en la que los niños no son permitidos (jajajaja), por lo que la diversión fue 24 horas al día. En este espacio las habitaciones también son increíbles, con detalles propios de Guanacaste en fibras vegetales de sauce y maguey; todos ellos realizados por vecinos de la zona, lo cual evidencia el apoyo del Westin a la comunidad.

Algo que siempre me pasa, es que tengo los antojos más random del mundo, tal como comer helado a media noche… Sí, lo sé, soy un poco raro… Pero el poder pedirlo desde mi habitación mientras veía Netflix, fue algo sumamente cool. Esto sumado a que la atención fue increíble y el personal sumamente amistoso. De hecho, mi mayor complicación fue el no poder decidir en cuál restaurante comer, esto porque el Westin posee once distintos.

En sí, una experiencia para repetir. Y para los que son amantes de la fiesta ¡las piscinas tienen bar! por lo que el sueño de tomar cosmos y margaritas, sin salir del agua, es posible.

Fotografías por: Esteban Hernández